Reseña: Brazales de Duelo

 BRAZALES DE DUELO (NACIDOS DE LA BRUMA VI). BRANDON SANDERSON.

Sinopsis:

Brandon Sanderson regresa con la sexta entrega de Nacidos de la Bruma (Mistborn) Brazales de Duelo: legendarios brazales que portaba el lord Legislador hace siglos, hasta que la Guerrero de la Ascensión se los arrebató, precipitando su muerte. Dicen de ellos que contienen un poder increíble, aunque, como todo el mundo sabe, hace tiempo que se perdieron entre las brumas del tiempo. Solo que alguien acaba de encontrarlos. 

La cuenca de Elendel es un polvorín. El descontento de los trabajadores solo es la punta del iceberg; las diferencias son cada vez más irreconciliables entre la capital y las demás ciudades de la cuenca, ciudades que Elendel asegura gobernar mientras sus habitantes denuncian la opresión a la que se sienten sometidos. En medio de todo esto, llega a oídos de Waxillium Ladrian el rumor de que un académico kandra podría haber localizado los legendarios Brazales de Duelo, un arma capaz de sembrar la destrucción y dar al traste con el actual equilibrio de poder imperante en la cuenca.

Reseña:

Antes de nada, me gustaría recomendar que leáis este libro después de Historia Secreta, que podéis encontrar en Arcanum Ilimitado, ya que encontraréis muchas pequeñas pistas que relacionan ambas historias y nos muestran pequeñas pinceladas de lo que está pasando en el Cosmere. Por supuesto, esta saga también se puede disfrutar sin conocer el Cosmere pero, ya que leemos una historia de detectives, podemos jugar a ser detectives nosotros mismos.

Dicho esto, creo que este es el mejor libro de la segunda trilogía de Nacidos de la Bruma. En esta entrega podemos ver cómo el grupo protagonista trata de seguir con sus vidas tras haber lidiado con "deidades", seres y acontecimientos que parecían salir de las historias de un pasado convertido en mito. 

Sin embargo, no todo ha terminado y Dios sigue pareciendo necesitar su ayuda. 

Mientras Wax trata de alejarse del Drama Divino e iniciar una vida tranquila con Steris, los kandra recurren a Marasi, que se ha convertido en una gran detective, inteligente y muy eficaz. Wayne, por supuesto, no puede dejar pasar una aventura como ésta y Wax pronto descubre que no puede dejar pasar un misterio. Incluso Steris se une al grupo, demostrando ser de una utilidad mayor del 7%. 

De hecho, el personaje de Steris me ha encantado y sorprendido casi tanto como al resto de los personajes. Si bien ya podíamos ver que tenía más que ofrecer en las novelas anteriores, aquí les da en los morros a todos los que la vieron como una aburrida mujer florero. El resto de personajes tal vez no tengan una evolución tan sorprendente, están más asentados, aunque ya tuvieron lo suyo en las novelas anteriores.

Por otro lado, la trama se va volviendo cada vez más interesante y nos va dejando entrever partes de algo más grande que Scadrial. Parece que los avances tecnológicos no alcanzan a todos por igual y entre las provincias se fragua el descontento. La brecha entre clases es cada vez mayor y, mientras algunos políticos se empeñan en dar la espalda a estos problemas, hay quienes ven beneficio en avivar la llama del descontento.

En el plano menos terrenal, ya habíamos visto a Marsh (que traumatizó a la pobre Marasi de por vida) y Armonía. En esta ocasión, los brazales de duelo nos recuerdan al Lord Legislador y esa épica lucha contra Vin, en la que le arrebató los brazales. Si bien el poder de los brazales ya resultaba abrumador en la época de la trilogía original, cuando la ferruquimia y la alomancia no se mezclaban, ahora un poder así es simplemente, inconcebible. Pero es que también se comienza a experimentar con la hemalurgia. Si habéis leído Arcanum Ilimitado, recordaréis que uno de los comentarios que have Khriss al estudiar Scadrial es lo interesante que sería que los poderes de este mundo fuesen transferibles; resulta que no es la única que tuvo esa idea. Y claro, aunque parezca una idea maravillosa, no faltan quienes intentarán usar los poderes como armas, cueste lo que cueste. 

Podemos ver pinceladas de lo que está sucediendo en el Cosmere. Armonía parece algo despistado, como si estuviera enfocándose en algo fuera de su tierra... Como dice Wax, ¿qué podría preocupar a Dios? ¿Será Odium? Hoid también se deja ver, lo que siempre es sinónimo de problemas (o Drama Divino) y el final nos deja con la mandíbula colgando. 

Parece que en esta entrega, Sanderson nos está abriendo una puerta a grandes descubrimientos. Parece que Scadrial pronto se verá envuelto en algo más grande de lo que cualquiera podría esperar y nuestro equipo de detectives ha coleccionado pequeñas pistas de lo que les espera. Y, si habéis leído Historia Secreta (en Arcanum Ilimitado), podemos imaginar que contarán con algo de ayuda extra.

Lo mejor: MeLaan y Wayne le dan unos toques de humor maravillosos en los mejores momentos, son un gran combo. 

Lo peor: Me habría gustado ver algo más de las protestas, de la trama política. Se ve que algo se está cociendo, pero se deja pasar muy por encima. Tal vez (y ojalá) lo veamos explotar en la siguiente novela.

Puntuación:

★★★★☆