Reseña: El Camino de los Reyes
EL CAMINO DE LOS REYES (ARCHIVO DE LAS TORMENTAS I). BRANDON SANDERSON.
En Roshar, un mundo de piedra y tormentas, extrañas tempestades de increíble potencia barren el rocoso territorio de tal manera que han dado forma a una nueva civilización escondida. Han pasado siglos desde la caída de las diez órdenes consagradas conocidas como los Caballeros Radiantes, pero sus espadas y armaduras aún permanecen.
En las Llanuras Quebradas se libra una guerra sin sentido. Kaladin ha sido sometido a la esclavitud, mientras diez ejércitos luchan por separado contra un solo enemigo. El comandante de uno de los otros ejércitos, el señor Dalinar, se siente fascinado por un antiguo texto llamado El camino de los reyes. Mientras tanto, al otro lado del océano, su eminente y hereje sobrina, Jasnah Kholin, forma a su discípula, la joven Shallan, quien investigará los secretos de los Caballeros Radiantes y la verdadera causa de la guerra.
Resultado de más de una década de planificación y construcción de universos, El camino de los reyes es el primer tomo de La Guerra de las Tormentas, una saga que constará de diez volúmenes.
Reseña:
Brutal. Esa es la palabra con la que mejor describo esta novela. Es el primer libro de una decalogía y, de verdad, no veo mejor manera de comenzar.
El principio es algo confuso. Sanderson te mete le lleno en un mundo, Roshar, muy diferente a todo lo que conocemos. Todas las criaturas que allí habitan son tremendamente extrañas, por no hablar de los spren... Por suerte, tenemos las ilustraciones de Shallan (¡gracias, Michael Whelan, por regalarnos tu arte!), que van apareciendo a lo largo del libro. No deja de ser raro encontrar tantas ilustraciones en un libro de este calibre, pero todo lo que aparece está relacionado con la historia y, de algún modo, esos bocetos hacen que quieras ponerte en modo botánico a estudiar la flora y fauna del lugar. Me he podido pasar más tiempo estudiando las ilustraciones al detalle que leyendo algunos capítulos.
También la estructura de los capítulos es diferente a lo que estamos acostumbrados. En cierto modo, me recuerda a una obra de teatro. Se compone de cuatro partes, en las que narra la historia desde el punto de vista de los protagonistas y cada capítulo suele comenzar con un párrafo aparentemente fuera de lugar: fragmentos de una carta, anotaciones de libros... En ocasiones encontramos un significado a estas "introducciones" al final del libro, en ocasiones no, aunque siempre guarda relación con el Cosmere (aunque no te des cuenta hasta la segunda o tercera vez que lees el libro, como me pasó a mí). Además, entre estas cuatro partes hay unos interludios: historias de personajes que guardan o no relación con los protagonistas y con los Caballeros Radiantes, cuyas experiencias son importantes para entender la historia, una historia mayor de lo que podemos creer en un principio.
Por último, tengo que hablar de los personajes. Me parece que son de los mejor construidos que he llegado a leer. Brandon Sanderson se ha superado a sí mismo en eso (bueno y en el pedazo mundo que se ha sacado de la manga, también). Cada uno de ellos es súper complejo; además, se conocen entre ellos y muchas veces la opinión de tu personaje favorito respecto a tu otro personaje favorito no coincide con tu opinión del susodicho y no puedes evitar decirle "¡Cállate! Que tú no le conoces tanto como yo". Sí, suelo gritar a los libros pensando que me van a escuchar, ¡qué le voy a hacer!
Una pequeña muestra de lo que podemos encontrar:
Kaladin: un tipo serio, aparentemente enfadado con el mundo que odia a los ojos claros. Un hombre duro que no puede evitar echarse a llorar cuando a sus amigos les pasa algo, sacrificándose para proteger a los suyos. Pero sólo a los suyos. La verdad es que es uno de mis personajes favoritos, no sólo del Cosmere, sino de la vida en general, así que no puedo ser objetiva con él. Le adoro demasiado.
Shallan: una adolescente de alta cuna que parece maravillada y perdida en el mundo, tras haber vivido siempre entre algodones. Pero, ¡sorpresa! Es mucho más lista de lo que parece. Otro personaje con el que vas alucinando según se van revelando sus secretos.
Jasnah: esta sí. Esta sí que es mi favorita en el universo. La mujer fuerte que no necesita a nadie a su lado, porque para qué: ella lo sabe todo. Aunque diga que hay cosas que no sabe, hacedme caso, lo sabe todo en un infinita perfección.
Adolin: un joven príncipe aparentemente superficial. Y lo es, en muchos aspectos. En otros demuestra más madurez que ningún otro personaje, esforzándose por dar lo mejor de sí.
Dalinar: el alto príncipe más noble e incorruptible que ha conocido Roshar. Claro, que cuando asesinaron a su hermano estaba tan borracho que no podía levantarse de la mesa... ¿Qué escondes, Dalinar?
El caso es que todos ellos tienen luces y sombras. Muchas sombras, de hecho. La novela en general tiene mucha más oscuridad que las anteriores de Sanderson, incluyendo Nacidos de la Bruma y, aunque no llega al nivel de Martin o Abercrombie, a mi parecer sí que se acerca un poco al Grimdark.
El principio es algo confuso. Sanderson te mete le lleno en un mundo, Roshar, muy diferente a todo lo que conocemos. Todas las criaturas que allí habitan son tremendamente extrañas, por no hablar de los spren... Por suerte, tenemos las ilustraciones de Shallan (¡gracias, Michael Whelan, por regalarnos tu arte!), que van apareciendo a lo largo del libro. No deja de ser raro encontrar tantas ilustraciones en un libro de este calibre, pero todo lo que aparece está relacionado con la historia y, de algún modo, esos bocetos hacen que quieras ponerte en modo botánico a estudiar la flora y fauna del lugar. Me he podido pasar más tiempo estudiando las ilustraciones al detalle que leyendo algunos capítulos.
También la estructura de los capítulos es diferente a lo que estamos acostumbrados. En cierto modo, me recuerda a una obra de teatro. Se compone de cuatro partes, en las que narra la historia desde el punto de vista de los protagonistas y cada capítulo suele comenzar con un párrafo aparentemente fuera de lugar: fragmentos de una carta, anotaciones de libros... En ocasiones encontramos un significado a estas "introducciones" al final del libro, en ocasiones no, aunque siempre guarda relación con el Cosmere (aunque no te des cuenta hasta la segunda o tercera vez que lees el libro, como me pasó a mí). Además, entre estas cuatro partes hay unos interludios: historias de personajes que guardan o no relación con los protagonistas y con los Caballeros Radiantes, cuyas experiencias son importantes para entender la historia, una historia mayor de lo que podemos creer en un principio.
Por último, tengo que hablar de los personajes. Me parece que son de los mejor construidos que he llegado a leer. Brandon Sanderson se ha superado a sí mismo en eso (bueno y en el pedazo mundo que se ha sacado de la manga, también). Cada uno de ellos es súper complejo; además, se conocen entre ellos y muchas veces la opinión de tu personaje favorito respecto a tu otro personaje favorito no coincide con tu opinión del susodicho y no puedes evitar decirle "¡Cállate! Que tú no le conoces tanto como yo". Sí, suelo gritar a los libros pensando que me van a escuchar, ¡qué le voy a hacer!
Una pequeña muestra de lo que podemos encontrar:
Kaladin: un tipo serio, aparentemente enfadado con el mundo que odia a los ojos claros. Un hombre duro que no puede evitar echarse a llorar cuando a sus amigos les pasa algo, sacrificándose para proteger a los suyos. Pero sólo a los suyos. La verdad es que es uno de mis personajes favoritos, no sólo del Cosmere, sino de la vida en general, así que no puedo ser objetiva con él. Le adoro demasiado.
Shallan: una adolescente de alta cuna que parece maravillada y perdida en el mundo, tras haber vivido siempre entre algodones. Pero, ¡sorpresa! Es mucho más lista de lo que parece. Otro personaje con el que vas alucinando según se van revelando sus secretos.
Kharbranth, una de las ciudades de Roshar, dibujada por Shallan. |
Jasnah: esta sí. Esta sí que es mi favorita en el universo. La mujer fuerte que no necesita a nadie a su lado, porque para qué: ella lo sabe todo. Aunque diga que hay cosas que no sabe, hacedme caso, lo sabe todo en un infinita perfección.
Adolin: un joven príncipe aparentemente superficial. Y lo es, en muchos aspectos. En otros demuestra más madurez que ningún otro personaje, esforzándose por dar lo mejor de sí.
Dalinar: el alto príncipe más noble e incorruptible que ha conocido Roshar. Claro, que cuando asesinaron a su hermano estaba tan borracho que no podía levantarse de la mesa... ¿Qué escondes, Dalinar?
El caso es que todos ellos tienen luces y sombras. Muchas sombras, de hecho. La novela en general tiene mucha más oscuridad que las anteriores de Sanderson, incluyendo Nacidos de la Bruma y, aunque no llega al nivel de Martin o Abercrombie, a mi parecer sí que se acerca un poco al Grimdark.
Lo mejor: si este libro solamente es la introducción a una decalogía, los demás han de ser apoteósicos.
Lo peor: no te enteras de nada hasta que llevas unas 200 páginas. A mí eso no me supuso ningún problema, me podía la curiosidad; pero si te sientes demasiado confuso al leerlo, ¡paciencia! Todo tiene una explicación.
Puntuación:
★★★★★
Una reseña muy interesante, desde luego estoy impaciente por empezar esta increíble aventura
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