Reseña: El problema de la paz
EL PROBLEMA DE LA PAZ (LA ERA DE LA LOCURA II). JOE ABERCROMBIE.
Sinopsis:
A pesar de los reveses sufridos, no hay nada que se interponga en el camino de Savine dan Glokta, en el pasado la inversora más poderosa de Adua, cuando ha puesto su ambición en un objetivo.
Para héroes como Leo dan Brock y Stour Ocaso la paz no es más que un inconveniente que debe remediarse cuanto antes. Pero primero hay que alimentar agravios y reunir aliados. Entre tanto, Rikke tiene que dominar el ojo largo... antes de que su poder acabe con ella.
En todos los sectores de la sociedad anida el descontento. Los Rompedores aún acechan en la clandestinidad, tramando planes para llevar a cabo el Gran Cambio que por fin libere al pueblo, mientras los nobles descontentos tratan de aumentar su influencia y sus prebendas. Orso intenta hallar un camino seguro en el laberinto de cuchillos que es la política, pero sus deudas y sus enemigos no dejan de aumentar.
Ninguna alianza, ninguna amistad, ninguna paz, dura para siempre.
Reseña:
Esta novela narra, con todo lujo de detalles, la segunda parte de la visión de Rikke.
[Contiene spoilers de Un Poco de Odio]
Tras la magistral introducción a los personajes, herederos del mundo de La Primera Ley, de en Un Poco de Odio, Abercrombie nos lleva al meollo de la cuestión. A la acción. Finalizamos con un mundo entrando sin frenos en la era industrial, aplicando las leyes más salvajes del capitalismo, con las clases populares tratando de hacerse oír, muchas veces a golpe de martillo, y los más poderosos intentando no caer. La nueva generación parece haberse adueñado del mundo y trata de demostrar, a sí mismos y a quién esté dispuesto a mirar, que ya no están a la sombra de sus padres, sino a la altura de los héroes que antaño dejaron huella.
Pero hay que ser realista. El problema es que no hay héroes en el Grimdark.
El concepto de Paz de Lord Grimdark, parece un poco desvirtuado. O tal vez sea que en círculo del mundo, la paz sólo sea un periodo en el que granjearte a tus próximos enemigos. Desde los puntos de vista de los protagonistas que ya conocemos, vemos cómo las envidias, rencores y disputas van creciendo hasta volverse completamente incontrolables. Tanto en el norte como en el sur, tenemos nuevos monarcas (¿fue casualidad encontrar a Bayaz en el lecho de muerte de Jezal? No lo creo) enfrentando enemigos dentro y fuera y de sus fronteras. Aunque, bien pensado, no es raro encontrar enemigos en el norte.
En esta novela, de ritmo trepidante, tenemos dos historias paralelas que acabarán por chocar. Por un lado, Orso, el rey que no quería ser rey, con el corazón roto tras la negativa de Savine, quien ha caído en desgracia tras los disturbios en Valbek y muestra claros signos de trauma. Por su lado, Rompedores y Quemadores se siguen reagrupando, poco dispuestos a pasar por alto la forma en que Orso "sofocó el problema".
Al norte, Rikke debe enfrentarse a las consecuencias de haber obligado a abrirse a su ojo largo, jugándose incluso la vida, mientras el Gran Lobo pone su mirada hambrienta en Uffrith. Mientras tanto, Leo debe lidiar con los resultados de la heroicidad, entre los que destaca una pierna que se niega a curar y un desencanto cada vez mayor hacia la política de la Unión.
Las vidas de todos estos personajes y sus secundarios parecen destinadas a entrelazarse de formas poco sutiles, dejando un reguero de sangre y vísceras en cada encuentro. Bueno, en algunos encuentros, otros dejan un reguero de polvo de perla y alianzas o desalianzas políticas en las que siempre podemos encontrar el rastro de alguna mano entre las sombras.
En estos tiempos de paz, también viajamos más que en el año anterior, yendo a Estiria de la mano de Orso y Leo y conociendo al "depravado" según algunos, hijo de Monza, el rey Jappo. Y lo cierto es que encontrar menciones sucesos y personajes de las precuelas es siempre interesante y, a riesgo de sonar nostálgica, bonito. Si las menciones a Gurkhul ya me hacen sonreir al recordarme a Ferro (por cierto, Joe, ¿cuándo vas a volver a hablar de ella?), imaginad mi entusiasmo al ver los progresos de Monza con Estiria.
Ilustraciones de Raymond Swanland |
Abercrombie nos da una novela que nos impide dejar de leer. Como ya he mencionado en alguna ocasión, pienso que su punto fuerte es el desarrollo de los personajes. Con él nunca hay blancos y negros, ni siquiera una escala de grises; es un abanico de colores en el que muestran sus sueños y temores, sus ambiciones y fracasos. En esta novela vemos un poco menos de los personajes secundarios, como Toro Gunnar, Vick o Trébol (aunque también tienen lo suyo), centrándose en Rikke y Orso. Las narraciones de los personajes y la forma en que saltamos de un punto de vista al siguiente con capítulos breves, en ocasiones incluso narrando una misma escena desde la óptica de dos personajes diferentes (algo que, personalmente, me hace mucha gracia) dan al libro un ritmo muy ligero, haciendo que, a pesar de ser una de sus obras más largas, se nos haga muy corta. También tenemos varios capítulos "planos secuencia" en los que el foco pasa de manera rápida entre un sinfín de caracteres "figurantes" y lo cierto es que esos capítulos, parecen pasar a gran velocidad.
En cuanto al desarrollo de personajes, vale la pena mencionar como muchos ya pierden ese idealismo que caracteriza a la juventud. Orso, que siempre quería detener los ahorcamientos y convertir el mundo en un lugar mejor, se ve obligado a endurecerse y tomar decisiones que no le gustan, aunque mantiene una chispa de optimismo; es uno de mis favoritos. Savine madura de golpe al descubrir que en el mundo hay algo más que bailes y fiestas. A Leo sus grandes aspiraciones le dan en los morros y se vuelven en su contra; si hubiera escuchado a Finree... Rikke tiene que hacer su corazón de piedra para sobrevivir en el Norte y cuenta con los mejores maestros, Caul Escalofríos e Isern. Los más maduros, por su parte, enfrentan su pasado; un proceso poco agradable para algunos.
Para terminar sin hacer ningún Spoiler, sólo dire que, al final, sí que se parecen a sus padres. Todos tienen un cabronazo en su interior.
Lo mejor: Rikke y Escalofríos.
Lo peor: si has estado atento, sabes cómo va a terminar la novela; adiós al factor sorpresa.
Puntuación:
★★★★★
Comentarios
Publicar un comentario